25 años después, ¿Terrorista aún?
Maritza
Garrido Lecca sale de prisión el próximo 11 de septiembre, tras pagar su
condena por el delito de terrorismo en medio de opiniones encontradas.
Garrido Lecca en conferencia de prensa vestida con traje a rayas, días después de ser capturada. Fuente: Archivo La Republica |
Maritza Garrido Lecca fue capturada el 12 de septiembre de 1992 en la casa que había alquilado en Surquillo. Fachada que utilizaba para proteger, custodiar y mantener en la clandestinidad al líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán. Días después fue presentada en traje a rayas, gritando: ¡Vende patrias! ¡Lo que quieren es matar al presidente Gonzalo!
El próximo 11 de septiembre, la bailarina, saldría de la cárcel tras cumplir su condena. Durante 25 años en la cárcel, Maritza nunca pidió aislarse, ser trasladada de ambiente o vivir separada de las senderistas. Nunca delató a nadie y no renegó de su pasado. En una entrevista con la revista chilena The Clinic (2013) declaró que “lo hecho, hecho está”.
Garrido Lecca habría sido en su juventud, en palabras de Lisa Cabrera,
su amiga de estudios “una persona alegre, muy espontánea y chispeante”. Ya en
la universidad, dejó de lado la religión y la imagen de señorita de alta alcurnia
dando paso a una imagen de mujer decidida. Una mujer que empezaba a interesarse
más por la realidad nacional, la política y los movimientos radicales que
surgían en aquella época. Y era el mundo
intelectual de izquierda el que más le atraía.
“Maritza estuvo vinculada en los años 1985-86 con un grupo que estuvo
dentro del MRTA por la línea de Gonzales Olaechea” señaló Ketin Vidal, ex
director de la DINCOTE. Garrido Lecca frecuentaba los mismos lugares que
Alberto Gonzales Olaechea, un dirigente emerretista. El MRTA era un grupo que
para el año 1986 ya se encontraba vinculado con la violencia. Por ello, el
nombre de Maritza pasó a ser parte de la lista de sospechosos de la Policía
Antiterrorista.
Para 1990 Garrido Lecca ya se veía sumergida por el marxismo-leninismo-maoísmo:
Pensamiento Gonzalo, de Sendero Luminoso. “Era una cosa rara porque Maritza en
un año sufre una transformación que, por supuesto, no la comentaba para nada.
No iba a decir que era de Sendero Luminoso” indicó su tío, Luis Garrido Lecca.
En 1992, Sendero Luminoso había emprendido su campaña más cruel contra
los limeños: el atentado de la calle Tarata en Miraflores. Así como
innumerables asesinatos a defensores barriales, autoridades y policías. Tras
una larga investigación, era imprescindible determinar si Abimael Guzmán se
encontraba escondido en la casa de la bailarina Garrido Lecca. Después de una
ardua labor de los agentes del Grupo Especial de Inteligencia, el 12 de
septiembre de 1992, los efectivos de la DINCOTE decidieron allanar la casa.
Han pasado 25 años y como bien dijo Abimael Guzmán el día que lo
capturaron: “lo que está acá -señalando a la cabeza- no te lo quita nadie”. Para
Guillermo Bonilla, ex integrante del GEIN y uno de los oficiales que interrogó
a Maritza tras su detención en 1992, la bailarina “va a seguir activada,
trabajando con ellos (los senderistas), como hacen ahora muchos excarcelados de
Sendero”.
Por ello, congresistas como Octavio Salazar (Fuerza Popular) pidieron a las
autoridades pertinentes hacer un seguimiento a los terroristas que saldrán
libres, “para evitar que laven el cerebro de los jóvenes”. “Ellos no se han
olvidado de su ideología, ellos van a seguir tratando de convencer a los
jóvenes, van a continuar como eran antes... Debemos estar muy alertas. Esto no
se ha terminado”, enfatizó.
El senderólogo Gonzalo Portocarrero indica que el comportamiento de
Maritza podría haberse dado por “un sentimiento de culpa”. “Ella provenía de
una familia con recursos económicos bastante amplios”. “Hay un dibujo que ella
hace en su infancia donde está el papá, la mamá, uno o dos hermanos, ella y la
empleada doméstica. Y esta empleada doméstica está desenganchada de la familia
y dándole la mano a Maritza. Yo creo que ella siempre se identificó con los de
abajo”.
Es difícil imaginar las posibilidades de reinserción de Maritza Garrido
Lecca, si es que aquello le interesara. Aún más difícil tratar de adivinar cuál
será el camino que seguirá ahora que sale de la cárcel. ¿Se insertará en el
Movadef? La herida que dejó Sendero Luminoso es profunda y aún no termina de
cicatrizar. Esperemos no se vuelva abrir.
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