La alternativa vegana

De acuerdo con la creciente población que sigue este estilo de vida, abstenerse de consumir y usar todo producto que provenga del mundo animal tiene efectos positivos tanto en los animales como en el medio ambiente.

Fuente: Buena Vibra (Internet)

El veganismo es, sobre todo, un estilo de vida basado en el respeto hacia los animales. Así, para Heidi Paiva, activista vegana y fundadora de Proyecto Libertad, el veganismo “es una postura ética que defiende que los animales también tienen derechos, siendo la alimentación el arma más poderosa para cambiar la realidad de muchos de ellos”. Paiva asegura que la motivación principal para practicar este estilo de vida se da al descubrir la cruda realidad de muchos animales que son privados de su libertad, alejados de sus familias, inseminados artificialmente y sacrificados. “A partir de ello, empiezas a considerar prácticas que eviten que miles de ellos sufran y mueran cada segundo en mataderos, pues la alimentación es la causa más grande de muerte de animales en el mundo, añade Paiva.

Así mismo, según información de fuentes confiables, disponible en internet, el dejar de producir carne animal traería beneficios para el medio ambiente. El Programa de las Naciones Unidas para el Ambiente (conocida como UNEP por sus siglas en inglés) publicó, en junio del 2010, un informe titulado “Evaluación de los impactos ambientales del consumo y la producción” en el que menciona que una reducción sustancial del impacto ambiental solo sería posible con una modificación, igual de sustancial, de la dieta en todo el mundo, que pasaría por dejar de lado los productos de origen animal. El reporte argumenta que los productos de origen animal causan más daño, incluso, que la producción de minerales para la construcción, tales como arena o el cemento, los plásticos o metales. La biomasa y cultivos para los animales, precisa, que son tan perniciosos como quemar combustibles fósiles. De esta manera, la producción de carne y lácteos representa el 70% del consumo mundial de agua dulce, el 38% del uso total de la tierra y el 19% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Por otro lado, el empleo de algunos recursos como, por ejemplo, la tierra para la crianza del ganado, repercute gravemente en los espacios naturales, los cuales son deforestados, suprimidos o devastados. La revista científica Nature publicó un artículo en el que se alertaba que en el año 2050 se habrá perdido el 40% de la Amazonía si la tendencia actual de expansión agrícola continúa; con ello se amenazará la biodiversidad y se contribuirá gravemente al cambio climático. “En Centroamérica, el 40% de las selvas tropicales han sido taladas o quemadas en los pasados 40 años, principalmente para pastos de ganado vacuno para el mercado de exportación (...) Estamos destruyendo la Amazonía para alimentar vacas” se señala en el artículo.

Crecimiento de la comunidad vegana en Perú

La RED Vegana del Perú es una organización extendida a lo largo del país que ha venido realizando dos Censos hasta la fecha. La intención de estos Censos es conocer la distribución de la población con este estilo de vida. El primer Censo fue realizado en el año 2016 y el último efectuado en el 2018 tiene la intención de que, a través de los resultados próximamente publicados en mayo del 2018, puedan sustentarse iniciativas de ley en beneficio a los veganos. Por ejemplo, los datos serán utilizados para impulsar el proyecto de Ley Nº 1705-2016-CR que busca lograr que sea obligatorio un menú vegetariano y vegano en las instituciones públicas de nuestro país.

Hernán Villalta, representante de RED Vegana, comenta que “el veganismo es muy estricto y no está muy claro en algunos peruanos todavía”. Por ello, la muestra obtenida del Censo 2016 es de vegetarianos (49.9%), veganos (32.6%) y gente en proceso de serlo (19.6%). “Se estima que para el Censo realizado este 2018 la cifra de veganos crezca a más de un 40% de la población vegana/vegetariana”, comenta Villalta, agregando también que existe un crecimiento entre el 40% y 50% anual en la tendencia a dejar de comer carne en los peruanos, según observaciones realizadas por la comunidad RED Vegana. Además, según los resultados del Censo 2016 que Villalta nos proporcionó, el 73.6% de los encuestados son mujeres y, en su mayoría, tienen entre 18 y 24 años. La principal razón (77.1%) de esta elección de estilo de vida es el respeto por los animales. Así mismo, se señala que el 41.2% de los participantes se enteró del veganismo mediante las redes sociales.

Por ello, la importancia de influencers y bloggers en este campo, como, por ejemplo, Ange Lica que mediante su blog ayuda a la comunidad vegana en Perú a encontrar una alternativa alimenticia a su alcance. Compartiendo en su blog las más ingeniosas formas de reemplazar las carnes por champiñones, hamburguesas de lentejas, tofu, etc. Lizárraga, que también es parte de “Anonymous for the Voiceless”, una organización alrededor del mundo que busca defender los derechos de los animales y promover una vida libre de crueldad animal y en conciencia ambiental, señala que es de gran importancia investigar e informarse de manera profesional, con cifras y estudios, pues el veganismo no se trata de una simple dieta. “Quienes quieran ser veganos por moda, porque les parece cool y quieren salvar a miles de animales, bien, es muy noble de su parte, pero si solo van a alimentarse de lechuga, tomate y pasta, cuidado, a las pocas semanas se van a enfermar y le darán razones a la gente para que les digan ‘Eso no sirve’”.

Ante lo mencionado por Lizárraga, la Academia de Nutrición Dietética Americana sostiene que las dietas veganas, planificadas de manera adecuada, son saludables y nutricionalmente correctas ya que aportan todos los nutrientes que nuestro organismo necesita salvo uno, la Vitamina B12. El bajo consumo de esta vitamina puede traer problemas como la anemia, enfermedades cardiovasculares o incluso producir daños al sistema nervioso. Sin embargo, la vitamina B12 puede ser suplementada con unas cápsulas que se ingieren una o dos veces al día, dependiendo de su concentración y, de esa manera, contrarrestar las carencias de la alimentación vegana.