Ciega de Amor
Estoy casada con Joaquín hace 7 años, si es que llevo bien la cuenta. Nos conocimos en una clase baile y la pasión por el tango nos unió. Compartíamos gustos también por la literatura, la política y la buena música acompañada de un buen vino. Los primeros años juntos fueron más que un sueño; todo iba de maravilla hasta que, por mi culpa, una vez más, todo se arruinó. La vida decidió dotarme con el magnífico don de no poder tener hijos. Aunque, en un principio Joaquín y yo tratamos hasta lo imposible, llegamos a un punto en el que simplemente nos rendimos. No queríamos nada. Me sentí inservible, creo que aún lo siento. Desde que mis padres murieron hace dos años en un accidente automovilístico, me he vuelto un poco sensible. Mi adicción por el alcohol que sufrí en la adolescencia volvió. Mi esposo suele decir que me he vuelto loca, pero que está bien. Él es tan amable, tan gentil, que a veces siento que no lo merezco y que solo hago que pase vergüenza conmigo. He tratado de...